ACISCLO ANTONIO PALOMINO (Bujalance, Cordoba 1653-1726)
Santa Rosalia de Palermo
Óleo sobre lienzo
de 167 x 121 cm. No son muy numerosas las versiones que se conocen del episodio de la vida de Santa Rosalía representado en esta pintura; se trata del momento en que la joven palermitana se dirige a la citadacueva del monte Pellegrino para llevar en ella una vida de penitencia y oración. Aunque este lienzo no está firmado, se puede atribuir a Acisclo Antonio Palomino, pintor nacido en Bujalance (Córdoba) pero trasladado en su juventud a la Corte madrileña, donde su estilo fue recibiendo sucesivas influencias de Carreño, Claudio Coello y Luca Giordano, estilo que prolongó hasta bien entrado el siglo XVIII, aunque su paleta, por la práctica de la pintura al fresco, en la que fue un consumado artífice, se fue aclarando hacia unos tonos más nacarados, que preludian lo que será el estilo rococó. Tanto la manera de construir el paisaje como las las lejanías con celajes arrebolados, recuerdan dos de sus obras firmadas: Las alegorías del Aire y el Fuego que, procedentes de la colección Real, se conservan en elMuseo Nacional del Prado. Es también característico de su pincel el grupo de querubines del ángulo superior izquierdo,cuyos modelos pueden encontrarse en las numerosas versiones de la Inmaculada Concepción que realizó. En cuanto a la efigie de Santa Rosalía, parece probable que Palomino tuviera en cuenta la representación que de esta santa había realizado Luca Giordano en torno a 1697, momento en que el napolitano se encontraba en España y con quien Palomino había tenido contacto directo. Sin embargo, hay que destacar un cierto amaneramiento en las figuras de los ángeles adolescentes, amaneramiento que se puede observar en sus obras en sus obras más tardías y que puede ser debido, bien a su edad avanzada, bien a la participación de su hijo Francisco (Madrid, 1685- Madrid, 1726), de cuya actividad junto a su padre se tienen noticias documentales desde 1705.Con independencia de los rasgos estilísticos que llevan a considerar esta pintura como de Antonio Palomino y a situarla en su etapa avanzada de su producción, existen otras razones que apoyan esta atribución. En primer lugar en 1726 el P. Luis Ignacio Zevallos publicó el libro: "Vida y virtudes de la Venerable Madre Juana de la Encarnación" en el que se contienen una serie de ilustraciones grabadas por su sobrino Juan Bernabé Palomino ( Córdoba , 1692- Madrid, 1777) , una de las cuales repite idéntica composicion.
